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Educar es clave para defender especies

En el marco del Día Mundial del Medioambiente, que en 2016 insta a la lucha contra el comercio ilícito de flora y fauna silvestres.

La mejor medida que se ha tomado en la lucha contra el comercio ilícito de especies de flor y fauna silvestres en la localidad, es la educación, aseguró el director del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL, Glafiro Alanís.

En el marco del Día Mundial del Medioambiente, en entrevista, el profesor emérito destacó que más allá de las instituciones, los campesinos son el primer filtro de protección a las especies endémicas en peligro de extinción.

En Nuevo León tenemos alrededor tres mil 200 especies de flora regional; de esas, unas 80 plantas entran a la categoría de peligro de extinción.

El maestro planteó que la mejor forma de continuar con la defensa de las especies de flora y fauna de la región, ha sido la educación que han llevado a los maestros de las zonas rurales.

Y es que, asegura Alanís, la mayor parte de las denuncias de saqueo de especies nativas en peligro de extinción hechas hacia la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), las hacen los mismos pobladores de las zonas endémicas.

“Lo más importante es la educación de los maestros normalistas de las zonas rurales, capacitarlos y hablarles de la importancia de preservar y cuidar nuestras especies para que ellos, a su vez, informen a los niños y futuros defensores de las especies”.

El peyote en lo particular, y las cactáceas en lo general, son las especies más atractivas para los extranjeros que llegan a Nuevo León en busca de especies cotizadas y que aún se encuentran de forma silvestre en nuestro Estado.

“He tenido la oportunidad de viajar por el mundo. Estando en otra parte, el primer lugar donde me llevan a conocer es su ‘jardín botánico mexicano’, que está compuesto de cactáceas de nuestra región”, expuso el doctor en Botánica.

Glafiro Alanís pertenece a la Sociedad de Cactáceas Suculentas de Nuevo León, y destaca dos especies como las más interesantes para los extranjeros: el peyote, el falso peyote o aztekium. Hay biznagas que pueden tener hasta 90 años o más de edad.

Alanís recordó un par de casos recientes, en los que extranjeros intentaron llevarse flora o fauna endémica que está catalogada en peligro de extinción.

Recordó a un investigador alemán que vino a Cuatro Ciénegas, Coahuila, y colectó peces para llevárselos a su país; sin embargo, no sacó los permisos correspondientes. En el Aeropuerto Internacional “Mariano Escobedo” detuvieron al investigador.

“México tiene acuerdos internacionales. Y si alguien quiere venir a estudiar nuestra flora o fauna, se hacen las solicitudes correspondientes y el programa de trabajo.

Nuestras normas marcan que si yo, o cualquiera, trafico con especies en peligro de extinción, automáticamente voy a la cárcel. Hace cuatro años también hubo un caso con un grupo de japoneses que querían llevarse cactáceas, pero inocentemente llegaron con ellas al aeropuerto recién desterradas”.

El doctor explicó que la FCB ha trabajado durante más de 60 años en evaluar y catalogar la flora y fauna regional. Algunas de esas especies, sobre todo de cactáceas, son altamente valoradas por organismos, instituciones y entes privados del exterior.

“A veces la gente de acá se preocupa por el tigre de Sumatra, el oso polar, el rinoceronte blanco, pero ¿qué pasa con nuestra flora y fauna? Tenemos que dar a conocer a nuestro medio que nosotros tenemos recursos muy valiosos y que hay especies de nuestro patrimonio con valor incalculable y algunas en peligro de extinción”, destacó.

Responsable: Prensa UANL