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El destino de una Cartilla moral

El 17 de mayo se homenajeó a Alfonso Reyes dentro del Festival Alfonsino 2019, a través de la lectura de su obra y una conferencia brindada por Javier Garciadiego en Capilla Alfonsina.

Hoy en día, la Cartilla moral de Alfonso Reyes podría formar parte de una nueva constitución mexicana, según el deseo de Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Sin embargo, desde su primera edición, este libro sufrió el desconocimiento de la crítica y se encontró con obstáculos importantes para conseguir que se hiciera leer y se arraigara como uno de los textos más trascendentales del Regiomontano Universal.

Lo anterior lo comentó Javier Garciadiego, director de la Capilla Alfonsina de Ciudad de México, en una charla realizada el 17 de mayo en la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria de la UANL.

El evento contó con la lectura de la obra del Regiomontano Universal en voz de Minerva Margarita Villarreal, Pedro Salmerón, Ludivina Cantú, Gabriela Pulido, Beatriz Gutiérrez Müller y el propio Garciadiego, quien en su turno al micrófono señaló el destino de la Cartilla moral.

“Ahora es un libro célebre, pero fue un libro desairado que corrió con muy mala suerte. Escrito en 1944 a petición del Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, para que acompañara las cartillas alfabetizadoras, se iniciaba la segunda gran campaña de alfabetización nacional”, informó.

Sin dar mayores explicaciones, se decidió que el texto no se publicaría.

En 1956, se habló de la posibilidad de realizar una edición universitaria, pero el proyecto tampoco se completó. En 1958, Gastón García Cantú y Rosario Castellanos, se acercaron a la Capilla Alfonsina. Juntos solicitaron a Alfonso Reyes editar la cartilla para los preceptores de las comunidades indígenas de México.

“El libro se publicó muy bien, pero no llegaba al público general, a los habituales lectores de Reyes; por eso no hubo reseñas, no aparecía en antologías hasta que se le redescubrió en 1979 cuando se le incrustó en el Tomo XX de las Obras Completas, el tomo menos literario, el de las obras filosóficas.

“Ahí empezó un recorrido zigzagueante. Tres años después, fue publicado por la Asociación Nacional de Libreros, el Día del Libro, para regalarlo a todo aquel que se acercara a una librería ese día”, comentó Garciadiego.

En 1989, centenario de Alfonso Reyes, Alfonso Rangel Guerra publicó en la UANL una edición “adaptada para escolapios”. En 1984 y 1985, Jesús Reyes Heroles, en aquel entonces Secretario de Educación, pensó en incorporarla al libro de texto gratuito.

“Nunca supimos en qué grado, ni qué disciplina. Además de que Don Jesús murió al año siguiente y el texto nunca apareció en esos libros.

“En 1992, la Secretaría de Educación Pública quiso obsequiar a los docentes de México una versión de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes adaptada por José Luis Martínez. Sin embargo, el SNTE no aceptó la edición, tachándola de anacrónica”.

En 2011, el candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, en entrevista con Carmen Aristegui, mencionó su gusto por la Cartilla moral. En 2018, AMLO retomó el tema: mencionó que sería la base de una constitución moral nacional no coercitiva y voluntaria. Hoy en día, existe una consulta pública popular para los términos de redacción de la misma.

“Combinar la profundidad con la claridad, con sencillez. Cita pocos autores, cuando uno es sabio no tiene por qué estar recurriendo a las boletas. No es un libro anacrónico, sino que está inmerso en la problemática de su tiempo. No atiende los problemas de hoy como las drogas o el huachicol, pero sí menciona los problemas eternos como el respeto a uno mismo, a la familia, a la sociedad, al país, al trabajo ajeno y a la naturaleza.

“Creo que en el país necesitamos un texto que nos ayude a construir un país próspero, patriótico, justo y un país moral; eso es la Cartilla moral”, finalizó Garciadiego en el evento inaugural del emblemático Festival Alfonsino 2019.

Responsable: Prensa UANL