Regresar

Compartir:

¿Cuál es el futuro de la educación superior?

“¿Será factible mantener el mismo modelo de crear licenciaturas de 4 años o tendríamos que repensar esta experiencia educativa para que los egresados puedan ir y venir permanentemente a las universidades para actualizar sus conocimientos en un contexto de constante cambio?”, cuestionó Rodolfo Tuirán Gutiérrez.

En los últimos años, se ha registrado una caída en los retornos a la educación superior. La brecha salarial entre los jóvenes que cuentan con estudios de licenciatura y quienes solo tienen educación básica es cada vez más corta.

En la conferencia “Proyecto de Educación para el Nivel Superior en México”, el Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Rodolfo Tuirán Gutiérrez, aseguró que el reto de las universidades está en revalorar la oferta educativa y transformarla acorde a las nuevas necesidades del entorno.

“La educación superior, para muchos, no paga y esa es una conclusión preocupante que debemos atender desde las universidades. Es un problema que tiene que ver con la necesidad de garantizar que la oferta tenga mucha mayor conexión que la demanda.

“Es claro que estructuralmente hay un problema serio en la economía mexicana. La calidad de la educación ha mejorado significativamente pero la demanda de los trabajadores más educados se ha quedado rezagada”, aseguró el funcionario federal.

En la actualidad, el 43 por ciento de los profesionistas insertados en el mercado laboral ganan menos de tres salarios mínimos. En los recién graduados, la estadística aumenta al 60 por ciento.

Cerca del 40 por ciento de los trabajadores con educación superior laboran en ocupaciones no profesionales; Tuirán González señaló que el 54 por ciento de los empleadores no encuentran el perfil deseado.

“El perfil deseado por los sectores económicos no guarda correspondencia con el perfil de los trabajadores en el mercado laboral, produciéndose una brecha de habilidades enorme entre unos y otros.

“El mensaje central tiene que ver con la necesidad de recomponer nuestra oferta educativa, pero no es nada simple porque, por un lado, están las preferencias de los jóvenes (tradición, familiar) y, por otro, la necesidad de transformar el perfil actual de nuestra conformación de habilidades en el país”, precisó el funcionario.

¿Qué cambios deben impulsar las Universidades?

La globalización y revolución tecnológica han cambiado la manera de vivir. Cada vez es más corta la distancia entre la generación de nuevo conocimiento.

“La dinámica y estructura del empleo están cambiando. Hoy en día la demanda de empleo está cambiando notablemente; por un lado, surgen indicios de sustitución del trabajo humano por dispositivos electrónicos y, por el otro, está avanzando notablemente la demanda de trabajadores calificados.

“En este contexto, las universidades están obligadas a cambiar necesariamente y adaptarse a esas transformaciones”, aseguró Rodolfo Tuirán durante el foro “Trascender más allá del aula: el reto de la Universidad”, organizado por la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Explicó que el 65 por ciento de los alumnos que ingresaron a la educación primaria en 2015 trabajarán en empleos que hoy no existen.

Por la automatización de los procesos productivos, el Foro Económico Mundial estima que se perderán más de dos mil millones de empleos en los próximos 20 años.

“Economías como la mexicana seguramente se verán profundamente afectadas, y la única manera de obtener un saldo positivo es que seamos capaces de impulsar las transformaciones que se requieren, adaptarnos e innovar, trabajar por una educación más pertinente”, explicó.

Con el impulso del sector económico hacia el modelo de industria 4.0, el subsecretario señaló que áreas como la robótica, analítica, integración de sistemas, modelado y simulación y análisis del big data se perfilan como campos de oportunidad laboral en México.

“Implica hacer la tarea para garantizar una educación cada vez más pertinente. Por eso la necesidad de innovar en la educación y educar en la innovación”, puntualizó.

Al 2018, hay cuatro millones 300 mil estudiantes en el nivel superior en México. Uno de cada cinco jóvenes que estudian licenciatura proviene de segmentos de bajos ingresos económicos.


Adaptaciones que las universidades en México están trabajando para responder al nuevo contexto:

  • Transformación de planes de estudio, revisión de la oferta educativa y cambio de carreras o adaptación cuando sea el caso.
  • Pasar de un paradigma que enfatiza la enseñanza a un paradigma que enfatiza el aprendizaje; el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
  • Creación de modelos de enseñanza más flexibles, adaptados a las necesidades y que guíen la innovación con la cooperación entre pares.
  • Fomento de la resiliencia y el pensamiento crítico, como una manera de dominar el proceso de adaptabilidad, para aprender a aprender pero también aprender a desaprender.
  • Relación armónica entre el conocimiento teórico y el práctico en los planes de estudio.
  • Vinculación estrecha con el sector productivo.
  • Establecimiento de sistemas de formación continua que permitan a los egresados ir y venir permanentemente a las universidades para actualizar sus conocimientos en un contexto de cambio.
  • Delineación de planes de estudio acortados y simplificados

“¿Será factible mantener el mismo modelo de crear licenciaturas de 4 años o tendríamos que repensar esta experiencia educativa para que los egresados puedan ir y venir permanentemente a las universidades para actualizar sus conocimientos en un contexto de constante cambio?”, cuestionó Rodolfo Tuirán Gutiérrez.

Carreras acordes a los nuevos tiempos:

  • Arquitectura digital
  • Ingeniería del Internet de las cosas
  • Arquitectura de las nuevas realidades
  • Ciberseguridad
  • Arquitectura del big data
  • Ingeniería de drones
  • Ingeniería en tercera dimensión
  • Diseño de robótica
  • Hacking ético

“Frente a esto, es evidente que necesitamos una educación diferente, una educación integral, multidimensional, que nos ayude a desarrollar un conjunto de habilidades no solo cognitivas sino también socioemocionales y profesionales que nos den la posibilidad de integrarnos al mercado laboral con mucho más fuerza y posibilidades”, puntualizó el subsecretario de la SEP.

Habilidades más demandadas por los empleadores:

  • Creatividad e innovación
  • Posibilidad de coordinar equipos
  • Juicio y toma de decisiones relevantes

Características de las universidades del futuro:

  • Ancladas en la formación de profesionales. Fortalecer el posgrado.
  • Centradas en la investigación y generación del conocimiento
  • Comprometidas con la transformación digital e innovación
  • Preparados para interactuar con su entorno económico y social.
  • Con procesos agiles y una gestión y gobernanza optimas
  • Coordinadas con otras universidades para garantizar complementariedad
  • Con recursos suficientes y previsibles.
  • Dispuestas y habilitadas para su internacionalización.
  • Equipadas para atender orígenes y procedencias diversas (cultura de convivencia, respeto).

Responsable: Prensa UANL