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Abandono gubernamental legitima el crimen organizado y narcotráfico
El Jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Francisco Dall'Anese, instó a generar políticas públicas que impulsen el desarrollo social y económico de la población, ante el embate de la delincuencia.
“En Centroamérica, los ciudadanos nacen en un universo sin esperanza de progreso, donde no hay posibilidades de mejorar y ante la nueva situación ese Papá Estado irresponsable ha encontrado un competidor: el crimen organizado, el traficante de armas, de drogas, el tratante de niños y mujeres”, lamentó el doctor Francisco Dall’Anese.
El Jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, sentenció que ante el abandono de los gobiernos, los ciudadanos deciden darle legitimidad al capo, porque es la figura que los protege, provee de empleo, seguridad social, educación y da esperanza a los pueblos que son olvidados.
Así se manifestó Dall’Anese durante la primera jornada de actividades del XVII Congreso Mundial de Criminología que se realiza en Monterrey con el auspicio de la Sociedad Internacional de Criminología, el Gobierno del Estado y la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Criminalidad e impunidad
La conferencia “La visión, la política y las capacidades necesarias para combatir eficazmente la delincuencia organizada, el narcotráfico y la impunidad” fue el marco para que el doctor Francisco Dall’Anese presentara el caso de Costa Rica, nación centroamericana donde ocupó el cargo de Procurador General y Juez Tribunal de Apelaciones de la Suprema Corte de Justicia.
“Tenemos que tener claro que cuando hay mayor disponibilidad de droga hay más consumo, tan sólo el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia de Costa Rica en 2009 atendió medio millón de pacientes más que en el 2008, como consecuencia de la disponibilidad de droga en el mercado”, compartió.
El especialista expuso que con esta actividad se genera inseguridad porque aumentan los robos callejeros y hasta homicidio, porque los 20 carteles que operan en Centroamérica generan otro mercado que es el de los sicarios, los que hacen cumplir el ordenamiento de justicia interno.
“En este sentido, las víctimas -los adictos del narcotráfico- dejaron de ser víctimas y a los ojos de la sociedad comenzaron a ser criminales y el Estado se olvidó de esta situación; y vemos a estos adictos que son las víctimas finales del narco como los nuevos criminales que están azotando la ciudad para conseguir la dosis del día”, lamentó.
Agregó que históricamente los gobiernos centroamericanos fueron irresponsables con amplias regiones, donde nunca hicieron un esfuerzo por dar servicios adecuados, por dar esperanzas de vida y dar progreso social; sino que eran gobiernos que hacían su trabajo para la clase superior económicamente hablando y abandonando a quienes necesitaron al Estado.
“Y es perfectamente comprensible que alguien que no recibe nada del Estado, excepto la nacionalidad y el abandono, pueda verse tentado a que venga papá capo que le dé esperanza a sus hijos, casa, educación, servicios médicos que el Estado no brinda y ¿a quién va a legitimar el ciudadano abandonado y a rendir tributo? a quien me sacó de la pobreza”, advirtió.
Dall’Anese compartió que en Costa Rica cuando se detiene al capo de Limón se realiza una manifestación ciudadana para exigir que las autoridades judiciales no lo juzguen, porque ante sus ojos es quien genera empleo y seguridad social.
“El Estado tiene un competidor y no es un asunto fácil porque estos significa que hay un tejido social que se está formando, sino es que ya está formado, que no quiere vivir de acuerdo a la ley, que no reconoce a las instituciones estatales, pero sí reconoce como autoridad a los cárteles, capos y a los cuerpos de seguridad ilegales de estas organizaciones”, insistió.
El abogado de profesión dejó claro que el enfrentamiento a la criminalidad es por recuperar espacios ciudadanos y reducir el marco de actividad en que se desenvuelven los criminales, pero para eso es necesario resolver las causas sociales y económicas que generan el delio.
“Porque fijar las esperanza de la seguridad y vencer a los carteles sólo en lo judicial, a quien favorece es a los cárteles y por eso estamos perdiendo; y para eso es muy malo el trabajo que hacemos los abogados, porque así como en Medellín y Bogotá los ingenieros civiles resolvieron muchos problemas de seguridad ciudadana tenemos que entender que los temas de seguridad no son de los abogados, evitar que se cometa el delito es de otras disciplinas”, expuso.
Responsable: Prensa UANL