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Actividad sísmica natural en Nuevo León
marzo 26, 2014
Los reportes técnicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León sobre la reciente actividad sísmica de la región, registrada a través de 200 movimientos con diversos epicentros e intensidades durante los dos últimos años.
Los procesos geológicos que separaron los continentes, hace más de 60 millones de años y que dieron formas caprichosas a las cadenas montañosas como la Sierra Madre Oriental, por largo tiempo aparentaron un estado de reposo.
Sin embargo, los sismos registrados durante los últimos años en Nuevo León, con diversos epicentros, profundidades y magnitudes -que oscilan entre los 1 y 4.5 grados de intensidad-, demuestran que la Tierra está viva y en permanente reacomodo natural.
El doctor Juan Carlos Montalvo Arrieta, subdirector de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Tierra y encargado de las Estaciones Sismológicas de la UANL, explica que esta actividad natural no es nueva en la región, ya que están documentos temblores desde hace 200 años, sin descartar que hayan ocurrido otros con anterioridad.
A partir de 2006, la Universidad Autónoma de Nuevo León ha podido registrar a través de las dos estaciones sismológicas de los campus Linares y Mederos, alrededor de 250 eventos geológicos, algunos de éstos percibidos por la población en la Región Citrícola -Linares, General Terán y Montemorelos-, y recientemente en los municipios de China, Cadereyta y en algunos puntos del área metropolitana de Monterrey.
Estas estaciones de la UANL, que están enlazadas a la Red Sismológica Nacional, cuentan con sismómetro, acelerómetro, grabadora y equipos periféricos utilizados por los observatorios sismológicos a nivel mundial; instrumentos de medición que han permitido precisar la magnitud, los lugares de origen y profundidades de los temblores, para confirmar la actividad natural generadas hace millones de años.
“Esos procesos generaron todo un sistema de fallas geológicas que originalmente pensábamos que estaban inactivos, sin embargo, en los últimos años la actividad sísmica ha demostrado que son más activos de lo que nosotros pensábamos”, argumenta Montalvo Arrieta.
En base a los reportes técnicos obtenidos desde 2006, las estaciones sismológicas de la UANL han registrado más de 250 temblores, cuantificando una mayor actividad a partir del 2012 a la fecha e identificando una diversidad de los lugares de origen.
“En los últimos años 2012-2013 y lo que va del 2014 han sido esos años donde la actividad sísmica se ha disparado más, donde tenemos casi 200 temblores; antes del 2013 nuestra base de datos era conformada por 50 sismos, ahorita todos los demás sismos que se han generado han sido en los últimos años.
“También cabe recalcar que la actividad sísmica se ha distribuido en todo el estado, hay epicentros en todo el estado, tanto en el norte, cerca del municipio de Anáhuac, como en Doctor Arroyo (al sur), sin embargo, mucha de la actividad se ha concentrado en la región citrícola, entre Linares e Iturbide y ahora lo que ha estado ocurriendo en estos últimos meses, entre octubre (2013) y marzo de este año, es entre China, Cadereyta, General Terán y Montemorelos ; entonces es una actividad sísmica de carácter natural la que se ha estado registrando y que en los últimos meses, alguno de estos sismos se han sentido ya en el área metropolitana”.
Como parte de esta actividad sísmica, agrega el investigador de la UANL, se han registrado temblores con magnitudes de un grado– que prácticamente son imperceptibles-, hasta de 4.5 grados, como el caso de dos temblores: uno de 2009 y el más reciente del 26 de noviembre del 2013.
“Casualmente, ocurren en un área muy cercana entre ellos que es Cadereyta, China y General Terán, entonces en esa región es donde se han dado las magnitudes más fuertes para nosotros, que documentalmente son sismos de magnitud pequeña”.
Ante esta realidad, la UANL proyecta instalar tres nuevas estaciones en el norte, sur y este de la Entidad, para crear una Red Sismológica del Estado de Nuevo León.
“De hecho están seleccionadas de manera estratégica donde ya sabemos que ocurre la actividad sísmica: una estación estaría en el municipio de China, que es donde ahorita se está concentrando la actividad sísmica; otro estaría ubicado en el municipio de Iturbide que es una región donde también ha habido unas tasas de actividad sísmica bastante importante y otra estación estaría en el norte del estado, en el municipio de Anáhuac, que es una región donde también ha empezado a haber actividad sísmica”.
Montalvo Arrieta destacó la importancia de este monitoreo en tiempo real, ya que permitirá obtener información oportuna para la toma de decisiones.
“(Si) ocurre un sismo, en menos de media hora vamos a tener la localización epicentral de dónde están ocurriendo y las autoridades van a saber dónde ocurrió para tomar las medidas correspondientes, si este sismo en algún momento puede ser importante o generar algún tipo de daño en una comunidad cercana”.
Responsable: Prensa UANL