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Crece dependencia en adultos mayores

Con el crecimiento de la esperanza de vida de los habitantes, también aumentan sus niveles de dependencia. Estudio de la UANL evidencia la pérdida de autonomía en hombres y mujeres, incluso, a partir de los 40 años.

En Nuevo León, las personas que arriban a los 65 años de edad están siendo más dependientes que sus antecesores.

La investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Blanca Tamez Valdez, aseguró que a diferencia de las generaciones de 75 y más años, las personas que llegan a la etapa de adulto mayor requieren el apoyo de otra persona para sobrellevar su vida.

“Sabemos que la esperanza de vida se está incrementando y, entonces, eso me parece preocupante porque cuando se habían hechos estudios, se marcó que el promedio de vida con dependencia sería de nueve años.

“Comparándolo con los contextos, esto se prolonga con más tiempo y pone un foco de alarma en términos de que habrá que atender ya las necesidades de estas generaciones, que son diversas y crecientes”, aseguró la profesora de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano.

 

Adultos requieren apoyo para tomar decisiones

A edad temprana, las personas que habitan en Nuevo León dependen de alguien más para tomar decisiones, señaló la doctora en Trabajo Social y Políticas Comparadas de Bienestar Social, Blanca Tamez Valdez.

En el estudio “Dependencia en personas adultas mayores”, la investigadora de la UANL encontró que la dependencia avanzada es el tipo que están desarrollando las personas, incluso, antes de llegar a la etapa de adulto mayor.

“Esta dependencia comienza desde los 40 y tanto años, mucho antes de llegar a la vejez. Consideran que no pueden por sí mismas tomar decisiones importantes.

“Ese dato nos dice que viven una situación, un contexto muy adverso. Para que requieran el apoyo de alguien más, un hijo o un hermano, es porque de pronto ven estas situaciones donde tienen que enfrentar una decisión como adversas”, explicó.

Posteriormente, los adultos mayores muestran la dependencia de tipo afectiva, seguido de la dependencia económica, posteriormente la instrumental y por último la funcional.

“Eso hace que, si estamos hablando que en algunos grupos empieza la dependencia avanzada desde los 46 años y la funcional aparece hasta los 63, se habla de que serán 20 años de desarrollo de dependencia, más lo que viva”, agregó la investigadora en envejecimiento, familia y política social.

 

Tipos de dependencia:

  • Funcional: personas que necesitan cuidados especiales y deben ser atendidos por un tercero para caminar, tomar sus alimentos.
  • Económica: requieren el apoyo de alguien más porque no tienen los recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas.
  • Instrumental: necesitan apoyo de un tercero para preparar sus alimentos, asear su casa, ir al médico.
  • Afectiva: referir que necesitan estar acompañados por alguien más para sentirse bien.
  • Avanzada: necesitan a un tercero para tomar decisiones importantes en su vida.

 

Dependencia varía según género y contexto en que vive

Luego de entrevistar a 700 adultos mayores -197 hombres y 195 mujeres de zona urbana, 152 hombres y 156 mujeres de zona rural-, Tamez Valdez encontró que los tipos y grados de dependencia varían según su contexto y género.

“El envejecimiento se presenta de acuerdo a cómo hemos vivido. Tanto con las cuestiones propiamente que han estado bajo nuestro control, nuestros hábitos generales de vida, pero no solamente eso, también nuestras condiciones sociohistóricas, económicas, políticas, de vida.

“No se envejece igual si eres mujer y hombre, si vives en la ciudad o en el campo, tampoco en los diferentes estratos socioeconómicos. Se torna un asunto complejo porque se tiene que buscar una política integral que aborde los distintos ámbitos, pero que además, vaya viendo esas necesidades particulares de algunos grupos”, puntualizó.

 

Exclusión social, posible factor en la pérdida de autonomía

La exclusión de los adultos mayores en la sociedad puede ser un factor que influye en los grados de dependencia en edad temprana.

La profesora señaló que los imaginarios sociales contribuyen a que los adultos mayores consideren que han perdido autonomía; que necesitan de alguien más para cubrir sus necesidades.

“Pareciera que cada vez más temprano, nos consideramos como no actualizados y que no podemos competir con otros y te vas inutilizando, excluyendo. No solamente es la cuestión de que ellos (los adultos mayores) lo piensen, es lo que de alguna forma están recibiendo.

“Si observamos los cambios que ha habido en términos de que se prefiere contratar a personas más jóvenes, entonces personas que están a distancia de una jubilación ya no son requeridas en sus empleos, se les ve como a alguien que ya no puede aportar mucho”.

En 2014, la doctora Tamez Valdez comenzó su investigación sobre dependencia en adultos mayores. A finales de 2018, presentará el libro Envejecer con dependencia, contextos urbanos y rurales, donde expondrá los resultados del estudio.

“Siempre se habla de que el envejecimiento es un logro de la política social pero, el que la población llegue en condiciones dignas a vivir esos años agregados a la vida se ha dicho que es un reto.

“Cuidemos las condiciones en que vivimos porque va a repercutir en cómo envejecemos. No solo lo que está bajo nuestro control como tener mejores hábitos de vida o ahorrar, sino mejores condiciones, en términos de la atención de la salud, la educación.

La investigación, que duró más de tres años, se realizó con adultos mayores de municipios rurales de Nuevo León y del área metropolitana de Monterrey.

“Se dice que los adultos mayores implican un alto costo para la sociedad; si lo que nos preocupa es eso, tendríamos que estar invirtiendo en la población para que esa población no llegue a esa situación que implica altos costos de atención de salud, de cuidado y demás”, puntualizó Blanca Tamez.

Responsable: Prensa UANL