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Del discurso a la militancia real, por el respeto a la diversidad

Académicos y activistas sociales de Cuba, Argentina y Francia discutieron sobre la necesidad de pasar del discurso a la militancia real, por el respeto y la aceptación de la diversidad sexual, para romper la doble moral.

“A veces está sucediendo algo delante de nosotros que creemos que políticamente está bien, humanamente está bien, socialmente está bien y, sin embargo, no nos proyectamos.

“Estamos en una doble moral, o sea ‘sí lo creo, pero no lo digo, porque si lo digo, quizá voy a ser cuestionado, segmentado y mal entendido’”.

Así lo señaló Sergio Enrique Morlán Vega, líder del grupo Hombres Cubanos por la No Violencia, durante el panel “Doble moral: ¿El común denominador de la violencia de género?”

El activista cubano, junto a María Luján Costa, profesora de la Universidad de Buenos Aires, y Virginie Kastel, de Tresnubes Ediciones, discutieron sobre la doble moral que se ejerce cuando el apoyo a la diversidad sexual solo se basa en el discurso.

Durante el II Encuentro Internacional sobre Igualdad de Género, los expertos abordaron la importancia de ejercer una militancia real, para apoyar las diferencias entre individuos, así como el respeto a la libertad y los derechos humanos.

“Vengo de ser profesora universitaria y a mí me hacía mucho ruido quedarme solo anclada en los libros, y me parece que ahí se estaba jugando una doble moral: imparto clases, formo profesionales con perspectiva de género y no estoy haciendo nada por fuera.

“Entendí que tenía que apropiarme de los espacios públicos y hacer algo más que conocer lo que está sucediendo fuera de la universidad”, dijo la académica argentina María Luján.

El activista Sergio Morlán precisó que los esfuerzos por el respeto a la diversidad no han impactado porque se han hecho luchas aisladas. Ante esto, aseguró que se requiere más gente, más unión, más socialización.

“No saben lo emocionante que es ser parte de un colectivo que, aunque no tenga tu propia preferencia, sí tiene tanto que brindar; que puede ser el primero que te de la mano cuando tu estés debajo.

“Esa solidaridad y compromiso de género también trata la doble moral”, aseguró el líder de Hombres Cubanos por la No Violencia.

Por su parte, Virginie Kastel señaló que la invisibilización de ciertos grupos colectivos y la distribución inequitativa de poder permanece debido a que “quien tiene el privilegio no lo va a soltar nada más porque sí.

“Vamos a decir las cosas como son, somos egoístas, profundamente egoístas, pero existe una palabra muy importante que es la libertad, es decir, ‘esto quiero’.

“Hay una preocupación de todos por ser reconocidos, queremos ser reconocidos en esa misma diferencia, pero ¿por qué no han cambiado las cosas?, ¿por qué a veces queremos crear ideologías en cosas que son tan sencillas como es la decisión”, puntualizó la especialista originaria de Francia.

 

“Necesitamos educación menos segmentada hacia el sexismo”

Aprender a considerar el respeto a la diversidad y repensar lo que esto significa son acciones que se deben incorporar en la vida diaria de las personas, sin necesidad de que haya un GPS que establezca la “ruta correcta”.

“Que nosotros podamos ir dimensionado cuál es la realidad que queremos escribir y hacia dónde vamos, en una meta común.

“Queda mucho por caminar y depende de las voluntades y esfuerzos; que se entienda bien que los cambios más profundos hay que aportarlos a una educación generalizada, que debe ser con apertura hacia el género, no tan segmentada hacia el sexismo, y con un discurso más amplio”, puntualizó el activista cubano Sergio Morlán Vega.

El panel de discusión se llevó a cabo en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, el pasado 23 de febrero.

Responsable: Prensa UANL