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En México es mayor el suicidio entre jóvenes
Si alguna vez has escuchado a un familiar, amigo o compañero decir: "No valgo", "soy una carga para los demás", "un día no me van a extrañar", "me voy a suicidar". ¡Alerta! está pidiendo ayuda.
El suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 80 por ciento de la gente que se quita la vida está en el rango de los 15 a 29 años de edad.
Sin embargo, la mayoría de estos casos manifestaron sus conductas suicidas, alertó el Coordinador del Área de Urgencia de la Unidad de Servicios Psicológicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Guillermo Rocha González.
“Creemos que si alguien dice que se va a suicidar es para llamar la atención o que si lo dice es porque no lo va a hacer, pero el 90 por ciento de la gente que se suicidó lo dijo de manera directa o indirecta antes de hacerlo y no fue bien atendido o escuchado”, precisó el especialista de la UANL.
En México, más de seis mil 200 personas se quitan la vida, pues encuentran el suicidio como la única solución para acabar con un sufrimiento.
“Quien piensa en suicidio no genera otras opciones. Hay que pensar que para el suicida, el suicidio es una solución, no un problema”, explicó el psicólogo Guillermo Rocha González.
“A veces, la respuesta de los demás es tratar de convencer que no se suiciden, pero no sirve de mucho porque le estamos quitando su solución, así que la intervención es generar otras soluciones para que el intento de suicidio pierda fuerza”, agregó el Coordinador del Área de Urgencia de la Unidad de Servicios Psicológicos de la UANL.
¿Cómo identificar a una persona con tendencias suicidas?
Los cambios abruptos en la vida cotidiana, el aislamiento, el aumento de la agresividad con los demás, dejar de hacer planes a futuro, y olvidarse de las cosas que le gustaban son algunas alertas que permiten identificar a una persona que quiere atentar con su propia vida.
“Lo importante ante estos cambios es acercarte y preguntar qué va a hacer para resolver el conflicto que tenga. Ahí podemos darnos cuenta de un plan o una idea de una propia agresión y eso nos permite mantenernos cercanos a las personas y acercarlos a una atención profesional”, señaló Rocha González.
Perfil de una persona suicida
- Sensación de culpa
- Desesperanza
- Baja autoestima
- Sensación de abandono o soledad
- Visión de un futuro malo o catastrófico
- Victimización: perciben todo lo que pasa a su alrededor como algo que lastima o daña, donde son los únicos afectados.
- Adaptación a dinámicas violentas
Factores que llevan a una persona al suicidio
- Desesperanza
- Visión negativa de sí mismo: “no soy suficiente”, “no valgo”, “no puedo”, “soy una carga para los demás”.
- Visión negativa de su entorno: recibe presión o agresión de quienes lo rodean, padece falta de apoyo o percibe que no recibe el apoyo necesario.
- Visión negativa de futuro: la persona no se visualiza a futuro, piensa que la situación estará peor o seguirá sufriendo.
- Ideal de culpa
- De algo que no ha superado o que generó un conflicto interno; eso ocasiona un impacto que culmina con la desesperanza.
- Impulsividad
- No da la posibilidad de pensar o ver ciertas maneras de resolver y se vuelven impulsivos.
- Rigidez
- Dificultad para generar soluciones o alternativas ante situaciones adversa; se frustra y pierde toda la capacidad de resolver su problema.
Otros factores que inciden:
- Cada vez hay menos recursos para afrontar o tolerar la frustración o problemática.
Por ejemplo: si un niño llora, se opta por darle un juguete o el celular sin permitirle que resuelva la situación o problema que lo llevó al llanto. Hay cada vez menos posibilidades de resolver conflictos y se va formando la rigidez.
- Existe cada vez más presión social.
Por ejemplo: ser el mejor en el trabajo, ser exitoso, tener las mejores calificaciones. Otras presiones como el acoso y el uso de las redes sociales como medio para evaluar a los demás.
¿Cómo prevenir el suicidio?
Establecer habilidades de solución de conflictos y expresión de emociones
Formar redes de apoyo con familia, amigos, pareja, escuelas, etc.
Escuchar y estar alerta a las emociones de los demás para ser un apoyo o brindarle una opción de ayuda
En los menores:
- Enseñarlos a enfrentar y tolerar inconvenientes
- Darles diferentes alternativas de cómo solucionar un problema
Evolución del suicidio
- La persona empieza a pensar en la muerte en general. Se empiezan a preguntar ¿qué pasa cuando alguien se muere?, ¿qué pasa con los que se quedan después de que alguien se muere?
- Conforme se incrementa la vulnerabilidad o problemática de las personas suicidas comienzan a pensar en su propia muerte. Se preguntan ¿qué pasaría si me muero?, ¿estaría más tranquilo?, ¿mi familia estaría mejor?, ¿se acabarían los problemas?
- Llega la ambivalencia: analizan los pros y contras de vivir y morir. Es ahí cuando piden apoyo, se acercan a los demás para preguntarles, buscando ser escuchados. Cuando la respuesta a esa ambivalencia es “si hago por morir”, llega el acto o intento de suicidio que puede lograrse o puede ser frustrado.
Dentro del proceso de evolución puede haber un disparador que los lleve del punto 1 al punto 3. Un disparador puede ser la muerte de un ser querido, la falta de trabajo, una ruptura amorosa, problemas familiares, etcétera.
Violencia, factor que lleva al suicidio
Aunque se relaciona la depresión como el factor que lleva al suicidio, la violencia -física, psicológica, emocional, verbal, sexual, espiritual, cultural, económica y laboral- incide en el 70 por ciento de los atentados contra la propia vida.
El psicólogo de la UANL aseguró que las personas suicidas que viven en entornos con mucha agresión, normalizan los actos violentos por lo que llevan sus problemas al suicidio.
“Generalmente, creemos que un suicida tenía depresión y no siempre. La persona va adaptándose a la dinámica violenta de agredir a los otros y entonces esa violencia la lleva hacia sí mismo”, señaló el psicólogo Guillermo Rocha González.
En México, del año 2000 al 2015 la tasa de suicidios se elevó de 3.5 a 5.2 por cada 100 mil habitantes. La mayor parte de hombres y mujeres fallecidos por lesiones auto infligidas se concentraron en el nivel básico de educación.
Ocho de cada 10 personas cometieron el acto suicida en la vivienda particular, y el principal método empleado fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, seguido del disparo con arma de fuego.
Aunque las mujeres tienen más intentos suicidas que los hombres, la cantidad de hombres que consuman el suicidio es más alta. Esto se debe a que los hombres emplean métodos más agresivos como el ahorcamiento y el disparo, mientras que la mayoría de las mujeres atentan con su propia vida utilizando medicamentos para envenenarse o dañan su piel con objetos cortantes, lo que da mayor posibilidad de intervenir.
Responsable: Prensa UANL