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Fuensanta Zertuche, la rebelde, regresa a su tierra

La Universidad Autónoma de Nuevo León rindió un homenaje in memoriam a la artista regiomontana, en el panteón El Roble. Depositan sus cenizas en el mausoleo familiar, a casi tres años de su deceso.

En el marco de la Escuela de Verano edición 2018, la Secretaría de Extensión y Cultura llevó a cabo este 26 de julio, un homenaje a Fuensanta Zertuche Terán, en el Panteón El Roble, al depositar sus cenizas en el Mausoleo de Francisco M. Zertuche, su padre, y hacer la develación de su placa en el mismo.

La ceremonia comenzó alrededor de las 11:00 horas, en una pequeña carpa levantada frente a la tumba, donde el secretario de Extensión y Cultura de la UANL, Celso José Garza Acuña, compartió algunos datos biográficos de la actriz, poeta, abogada y vedette, para luego dar paso al principal propósito del evento, cumplir con su última voluntad, dictada antes de su repentina muerte, en diciembre de 2015, de colocar sus cenizas junto a su padre.

Algunas personalidades contaron anécdotas que compartieron con Fuensanta, una mujer nada convencional, como la describió Miguel Covarrubias. Por su parte, Luis Martín Garza comentó que siendo hija de Francisco M. Zertuche y María Terán Tovar, sus años infantiles no fueron ajenos a los temas de historia, cultura y arte en general.

También hizo mención de algunas de las obras en las que la dirigió, estando en el Teatro Estudiantil, como la obra de Ni lo mande dios, de Rafael Solana; Retazo, de Darío Nicodemi; Una ciudad para vivir, de Ignacio Retes; Otoño muere en Primavera, de Altaír Tejeda de Tamez; y La Mala Semilla, de Maxwell Anderson. Asimismo, concluyó su intervención compartiendo un poema de la actriz publicado en el libro Tercera Llamada.

Por su parte, Genaro Saúl Reyes la recuerda como “una muy buena amiga, como un ser humano íntegro y como una dama”. Fue así que comenzó su relato de cómo fue que la conoció, al principio, por medio de una revista donde vio sus fotografías y luego en persona.

“Fuensanta se topó con una doble moralidad, con personalidades de la cultura regiomontana que no le perdonaban que trabajara como vedette, porque supuestamente estaba manchando el nombre de su padre y olvidaban que ella tenía 11 años cuando él murió.

“Sin embargo, supo enfrentarse a eso y les restregó que sí, era rebelde, pero creativa; les restregó su éxito con Juan José Gurrola y que un grupo de feministas la hayan tomado en cuenta para un documenta llamado Mi vida no termina aquí, sobre Fuensanta la rebelde”, comentó.

Otro de los objetivos del evento fue hacer la entrega del archivo personal de Fuensanta al Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL, a cargo de Edmundo Derbez García, por parte de Margarito Cuéllar Zarate, Coordinador de Actividades Literarias de la SEyC, quien a su vez, comentó que ha estado trabajando en el libro escrito por Fuensanta llamado Del Glamour al asilo, donde relata las memorias de su infancia, juventud y trabajo, así como recuerdos sobre su padre y la Universidad, el cual se presentará en marzo del próximo año.

Los trámites para depositar sus cenizas en el panteón El Roble y la colocación de su placa en la tumba estuvieron a cargo de Rosana Covarrubias Mijares, Coordinadora de Patrimonio Cultural de la UANL.

Responsable: Prensa UANL