Jorge Tanos Kuri: más de una década junto al Estadio Universitario

Jorge Tanos Kuri

Durante 11 años fue administrador del Estadio Universitario

Construcción del Estadio Universitario

Estadio Universitario

A 50 años de la inauguración del Estadio Universitario, el ingeniero Jorge Tanos Kuri recuerda sus mejores momentos como administrador del coloso. Entre sus tareas, resalta el trabajo que realizó en 1986, cuando llegó a México la Copa Mundial de Futbol.

Desde la cancha del Estadio Universitario se divisan miles de butacas—43 mil 270 para ser exactos—mismas que albergan a los aficionados, quienes en búsqueda de vivir un apasionante evento deportivo, celebran con regocijo los logros de su equipo.

Entre la multitud reconocemos al ingeniero Jorge Tanos Kuri, quien visitó el coloso, no para ver al Club Tigres campeón, si no para trascender como colaborador del templo deportivo.

Su participación en el Estadio Universitario inició en 1960, pues su vocación como ingeniero civil lo llevó a colaborar en los trabajos topográficos para la cimentación del suelo donde se construyó el coloso.

“Los estudios que hice fueron en la parte sur del estadio, la materia era mecánica de suelos, el resultado fueron resistencia muy baja del suelo”, aseguró Jorge Kuri.

Después de 15 años de estar fuera de la ciudad, Jorge Tanos volvió a su alma máter. En esta ocasión, el ingeniero regresó con otra misión: administrar el coloso deportivo, trabajo que realizó por 11 años, de 1985 a 1996.

“Era un estadio subsidiado, un estadio que tenía una cárcel para la gente que se portaba mal, los golpeabas. Había un administrador de los eventos que tenía una pistola y en el primer juego eliminamos muchas cosas”, recordó Tanos, a 21 años de su retiro como administrador del Estadio Universitario.

Su primer reto: Mundial del ’86

A 50 años de la inauguración del Estadio Universitario, Jorge Tanos Kuri recuerda sus mejores momentos como colaborador del coloso. Entre sus tareas, resalta el trabajo que realizó en 1986, cuando llegó a México la Copa Mundial de Fútbol.

“Era entre el 23 y 24 de octubre de 1985 cuando llegué al Estadio Universitario. A los pocos días me asignan las obras para el mundial de México ’86. Ahí inició mi carrera en la universidad”.

Para Tanos Kuri, nunca existió una preocupación mayor que la afición y las condiciones de la cancha, pues “lo que está alrededor de la bolita”, aseguró entre risas, “era cuestión del técnico y vicepresidente deportivo”.

“Cuando había eventos artísticos todo el mundo estaba alborotado con los artistas y yo estaba preocupado por la gente del estadio, la seguridad, me preocupaba por la protección de los asistentes al estadio”, agregó el ingeniero.

De la afición para la afición: modificaciones al Estadio Universitario

Aunque confesó que su amor ha estado siempre en el futbol americano, Jorge Tanos reconoció que el Estadio Universitario le permitió reconocer la trascendencia del futbol asociación y la importancia que representa este deporte para la sociedad.

Su pasión por servir a los asistentes del coloso lo llevó a realizar importantes adecuaciones en el Estadio Universitario que posteriormente se replicaron en el resto de la República Mexicana.

“En ese tiempo las bancas de los estadios mexicanos para los jugadores en la cancha estaban al ras del piso y tenían una estructura metálica, un techo inclinado y esa estructura estaba forrada de maya. La visión del espectador de las bancas más bajas del estadio obstruía la visión de la cancha.

“El Estadio Universitario fue el primero en implementar una excavación hacia debajo de la cancha, poner las bancas ahí y poner una estructura con acrílico. El contratista que le ordené que hiciera eso dijo que porque si todos los estadios estaban de otra forma, a partir de ese momento todos los estadios comenzaron a cambiar”, precisó.

En la administración de Tanos también se construyeron los palcos para directivos, la sala de prensa y la sala de entrevistas; además, se reconstruyeron algunas butacas.

Un estadio 100 por ciento familiar

La transformación del Estadio Universitario, durante la administración de Jorge Tanos, también se vio reflejada en su afición.

“En el ’85 prácticamente no era un estadio familiar. Nos costó mucho trabajo que empezara a ir la familia completa. Era familiar parcialmente, ahorita es cien por ciento familiar

“Fue una gran preocupación de que pudiera ir cualquier gente, mujeres, niños, esposas con sus maridos y lo logramos”, aseguró el ex vicepresidente del Club Tigres.

Actualmente Jorge Tanos es director la Librería Universitaria. El espacio ubicado a un costado del Estadio Universitario, además de artículos de lectura, pone en venta artículos deportivos, especialmente del equipo Tigres.

“La Universidad para mí lo es todo, fue la que me formó, me permitió que me desarrollara de manera profesional y al regresar a ella le di un poco de lo mucho que me dio.

“El Estadio y Club Tigres son más de una década de mi vida, de entrega, dedicación, de trabajo”, puntualizó.