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Políticas integrales para la prevención del delito y la violencia juvenil
En el tercer día del XVII Congreso Mundial de Criminología se analizó el tema de las pandillas, su abordaje e intervención efectiva, para la prevención del crimen por estas agrupaciones juveniles.
Participaron en la sesión plenaria “Pandillas y violencia juvenil” los investigadores Hugo Morales Córdova, de la Universidad Pontifica Católica de Perú; Nora Frías Melgoza, de la Unidad de Desarrollo e Integración de la Comisión Nacional de Seguridad; José Miguel Cruz, de la Universidad Internacional de Florida, y Ángela Higginson, de la Universidad de Queensland, Australia.
En este ejercicio, los panelistas coincidieron en un punto: en el tema de pandillas juveniles es fundamental la manera en que se aborda, ya que de ello depende el éxito o no de la intervención, de que reaccionen con más violencia o respondan al programa de prevención del delito.
La ciencia en el estudio de las pandillas
Un mal comienzo en el asunto de las pandillas es que en la actualidad se ha tipificado el fenómeno de agrupación, que puede tener finalidad delictiva o no, con un tipo penal agravado, y eso constituye un retroceso enorme con todo el trabajo que se ha hecho en derechos humanos.
“Por cuando más tipificamos a la pandilla o grupo, más la revitalizamos a los destinatarios de las figuras penales y luego, desde la justicia criminal queremos resolver los problemas sociales y eso es carísimo y absurdo, porque también a través de la ciencia podemos hacerlo”, expuso Hugo Morales Córdova.
El investigador andino lamentó que en América Latina, con relación en este tema, se cuenta únicamente con proyectos e iniciativas de muchos ciclos, pero no políticas integrales.
“Y tenemos una tendencia de ser mano dura, sin ninguna evidencia -como bajar las edades e incrementar el tiempo de estadía de los jóvenes en las cárceles-, y son muestra de que no tienen más explicación y compromiso que la popularidad de los líderes políticos y generar pánico social para mantener el estatus quo”, advirtió.
En el Salvador y Nicaragua se trató el asunto de las pandillas de formas muy diversas y con resultados igual de distintos, casos que presentó el profesor José Miguel Cruz para explicar cómo la manera de abordaje cambia el resultado.
“En el Salvador se declaró a las pandillas como el máximo enemigo de la seguridad pública del Estado y los jóvenes respondieron en forma negativa ante el uso excesivo e ilegal de la fuerza, mientras que en Nicaragua se eliminó el cero tolerancia y se creó una unidad de familia y policías comunitarios, con eso se evitaron muchos de los problemas”, dijo el investigador de la Universidad Internacional de Florida.
Revisiones sistemáticas en delito y justicia
Ángela Higginson es experta en métodos estadísticos en psicología y criminología y trabaja con un equipo de especialistas para medir la eficacia de los programas de prevención de pandillas, con el fin de proveer bases de pruebas para desarrollo de intervenciones futuras en Latinoamérica y otras partes del mundo
Explicó a los asistentes que en el tema de pandillas juveniles, aunque hay mucha bibliografía donde se evalúa el impacto de prevención de pandillas en países en desarrollo, sólo encontraron un estudio con el método de evaluación en un grupo de control.
“Lo que estoy proponiendo es que la investigación sobre prevención de pandillas debe adoptar un abordaje experimental para la creación de evidencias, si podemos conseguir que la policía colabore y trabaje con experimentos, podemos obtener que las ONG’s y comunitarias hagan lo mismo, ya que las experiencias de prevención de pandillas son importantes a nivel mundial”, dijo la académica australiana.
El caso mexicano lo expuso Nora Frías Melgoza, quien explicó que en la Ciudad de México se registró un cambio en materia de pandillas al convertir a los cuerpos de seguridad en policías de proximidad, comunitarios, permitiendo a los elementos acercarse a las escuelas y convivieran con los niños.
“En México hay 30 millones de jóvenes, de los cuales el 12.5 por ciento tiene posibilidades de estudios. Necesitamos que la política pública les ofrezca una integración a la comunidad a estos jóvenes; hay que hacer comunidad y acercar a las familias, es posible replicar este modelo para hacer prevención y dar oportunidad de desarrollo”, argumentó la responsable de la Unidad de Desarrollo e Integración de la Comisión Nacional de Seguridad.
Responsable: Prensa UANL