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Ponle un alto a la depresión

La depresión es el primer problema de salud mental a nivel mundial, y afecta a personas de todas las edades, manifestándose con conductas de autoagresión y aislamiento, entre otras.

Si tú, algún amigo o familiar manifiestan conductas de autoagresión, aislamiento o agresión a otros, ¡atención!, porque puede ser depresión.

Este padecimiento es el primer problema de salud mental a nivel mundial, y afecta a personas de todas las edades, pero se manifiesta de diferente forma.

De acuerdo con cifras del Departamento de Urgencias de la Facultad de Psicología, al mes en promedio, atienden a 300 pacientes, de los cuales 200 están relacionados a la depresión o la autoagresión. Asimismo, desde hace cinco años, en la ciudad se empezaron a presentar casos de niños de entre 4 y 6 años con intento de suicidio.

“De los 200 casos que atendemos de depresión, si los fraccionamos, alrededor del 60 por ciento están en el rango de personas de entre 12 a 25 años de edad”, detalla Guillermo Rocha González, Coordinador del Departamento de Atención a Urgencias Psicológicas de la Facultad de Psicología de la UANL.


¿Cómo se manifiesta? 

Algunas señales de alerta son las siguientes:

  • Conductas de autoagresión: provocarse quemaduras, cortaduras o lesiones.
  • Trastornos de alimentación: dejar de comer o hacerlo en exceso.
  • Trastornos del sueño: en la mayoría de los casos la persona duerme demasiado, como una forma de alejarse de su entorno.
  • Conductas de aislamiento: no hay interacción social y pasan el mayor tiempo en redes sociales, jugando video juegos, viendo televisión o haciendo otras actividades a solas.
  • Conductas adictivas: consumo excesivo de alcohol, tabaco y drogas.
  • Situaciones agresivas: el afectado está pensando en cómo dañar a otras personas y adopta conductas retadoras.
  • Tristeza: no manifiesta empatía o gusto por las actividades que le agradan, porque con el tiempo se va perdiendo la falta de interés.

“El aislamiento es un punto de atención importante, porque hay personas que aparentan estar bien con publicaciones en las redes sociales, pero no lo están, y es aquí donde hay que enfocarnos”, alerta.

La depresión se puede detectar de diversas formas.

Niños y adolescentes:

  • Bajo rendimiento escolar: hay un cambio abrupto, que de ser un alumno brillante, de un día para otro deja de serlo.
  • Cambio en la conducta en la escuela: de tener una gran interacción con sus compañeros, con el paso del tiempo el menor se va aislando e inclusive adopta una actitud retadora ante los maestros.

Jóvenes y adultos:

  • Por problemas económicos: la persona se ve afectada porque perdió su empleo o no encuentra trabajo desde hace tiempo.
  • Una ruptura de pareja: problemas en el noviazgo o maritales.
  • Una pérdida familiar: fallecimiento de un hijo, madre, padre, abuelos.
  • Algún problema de salud: la persona padece alguna enfermedad complicada, por ejemplo, el cáncer.

El diagnóstico
“En el caso de los menores de edad, se realiza una evaluación completa a través de entrevistas con los padres y los hijos, para ver cómo se relacionan, cómo juegan, de qué hablan, cómo es la relación de autoridad y cómo es el desarrollo del niño o adolescente.

En cuanto a los jóvenes-adultos, generalmente ellos se acercan solos con el psicólogo o en ocasiones llegan acompañados con un amigo para sentirse apoyados. Algunas ocasiones ocultan esta situación a los papás para no preocuparlos o que los cataloguen de locos por ir a recibir atención”, explica el especialista en pacientes con riesgos suicidas.

 

¿Cómo tratar la depresión?

En niños y adolescentes:

  • Mediante juegos: se realizan dinámicas recreativas con el terapeuta, para que a través de éstas, se entienda un poco más el mundo interior del menor.

En jóvenes y adultos:

  • Terapias con un profesional de la salud mental: se recomienda tratamiento multidisciplinario, que involucra al médico psiquiatra y al terapeuta, para que se apoye al paciente en conjunto.

Generalmente cuando alguien acude a tratar su depresión, ya presenta el problema desde hace cinco o siete años. En un principio, las personas no aceptan la problemática y se adaptan a una vida deprimida. La complicación viene cuando se llega una situación significativa de autoagresión o agresión, y es cuando reacciona.

 

¿Cómo prevenir este problema de salud mental?

  • Es importante estar cerca de la persona.
  • Estar al pendiente de los cambios de conducta.
  • Observar los cambios en el estado de ánimo.
  • En el caso de los menores, es importante involucrarse en los temas que a ellos les gustan.
  • Hablar con la persona sobre sus gustos, ideas, plan de vida.

 

¿Los cambios en la sociedad en los últimos años pueden desencadenar depresión? 
“Me parece que cada vez nos alejamos más de las personas, estamos cerca por diferentes medios como las redes sociales, pero no como debe ser, que es a través de la interacción persona a persona. También se ve un ambiente de agresividad en varios lugares de nuestra sociedad que a futuro pueden ser factor para desencadenar la depresión. Creo que hay una presión social en donde no se nos permite estar tristes o que estemos mal, y no le damos una prioridad a la salud mental”, señala.

Responsable: Prensa UANL