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Danza en la niñez
marzo 22, 2014
La Universidad Autónoma de Nuevo León conduce los pasos y sensibilidad de un grupo de infantes por el mundo del ballet, a través de los cursos sabatinos de danza clásica, en la Facultad de Artes Escénicas.
Cada sábado, los espejos de los grandes salones de la Facultad de Artes Escénicas reflejan las diminutas figuras de las niñas -y un varón- que puntualmente acuden a los cursos de danza clásica, un semillero de talento que tiene una tradición de 25 años.
Con edades de los 3 hasta los 13 años, las pequeñas bailarinas se divierten al mismo tiempo que aprenden el arte del ballet, comparten con niñas de la edad, se integran a la escuela como alumnas y preparan el número con el que participarán en el cierre del curso.
La maestra Janeth Villarreal Arizpe surgió de este curso sabatino, fue una de las pequeñas que llegaba con zapatillas, leotardo, mallas y el cabello recogido para iniciarse en el ballet, hoy es Directora de la Facultad de Artes Escénicas; lo mismo sucedió con la maestra Mayra Leal Meléndez, responsable de Difusión Cultural.
Ballet, un arte que atrapa
“Pongan atención, todas en primera posición”, se escucha a la maestra Candy Martínez Quiñones, egresada de la Licenciatura en Danza Contemporánea de la UANL y quien atiende a un grupo cuyas edades de las niñas es de 7 a 9 años.
Y aunque trata con menores de edad, se dirige a las pequeñas alumnas con mucho profesionalismo y disciplina, la enseñanza de las artes -como otras disciplinas- así lo exige; sin embargo, tiene la sensibilidad para “atrapar” a las incipientes bailarinas.
“Las niñas que participan en estos cursos aprenden no sólo el arte de la danza clásica, ellas desarrollan una sensibilidad artística, socializan y saben de disciplina, todo sirve para el desarrollo integral de la persona; a las más pequeñas los ejercicios le son muy útiles en lo motriz”, puntualizó Mayra Leal.
El reto de trabajar con las más pequeñas lo asume la maestra Sylvia Ruth Alanís Vallejo, tiene a su cargo la atención de 28 alumnos de 3 y 4 años de edad, a las que prepara para el festival de fin de cursos a desarrollarse el próximo 14 de junio.
“Una cosa muy importante que desarrollan las alumnas de danza clásica es el trabajo en equipo, aquí la clave es la integración como grupo para que un número artístico sea perfecto; así que, mientras bailan e interactúan con sus compañeras, están trabajando esa parte importante del ser humano, la vinculación con el otro”, agregó Leal Meléndez.
Miriam Arévalo es la maestra cuyo grupo es el de mayor edad, 10 a 13 años, y es evidente el nivel que ya se observa en las niñas, los términos con que se dirige a las alumnas son más técnicos y los ejercicios y coreografía con mayor dificultad.
“Aquí tenemos niñas hasta los 13 años, sin embargo, estamos analizando la posibilidad de extender la estancia de las alumnas por más periodo, para no cortar de tajo con una actividad que les gusta y que además les es muy útil; quizá sea a través de talleres con más exigencia para que permanezcan, tenemos casos de alumnas de licenciatura que iniciaron en estos cursos, es mi caso y el de la maestra Janeth Villarreal, nuestra directora”, acotó Mayra Leal.
Todo este trabajo en el área de danza clásica es coordinado por la maestra Martha Cecilia Valdez, formada en la UANL y con el talento, paciencia y técnica para atender a las niñas de 4 y 5 años; una labor que impacta de manera positiva en el desarrollo de la menores.
Un caso especial atiende la maestra Mayra Sotelo, quien tiene en su grupo a un varón al que ha sabido integrar para el desarrollo del ballet, un arte que difícilmente es asociado a los hombres y en esa falsa percepción está el reto como docente.
Cada sábado, desde el 1 de febrero y hasta el 14 de junio, los grandes salones de la Facultad de Artes Escénicas se visten de pequeñas siluetas que al ritmo de la música bailan y se sueñan bailarinas, formadas todas en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Responsable: Prensa UANL