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UANL trabaja en la preservación de cactáceas
Cactáceas nativas del país están en peligro de extinción por el comercio ilegal y la destrucción de su hábitat natural. UANL trabaja con la técnica de cultivo de tejidos vegetales para resguardar el material genético de especies.
A nivel mundial se reportan alrededor de mil 400 especies de cactáceas, de las cuales, 669 de ellas se encuentran en México, y 518 son endémicas.
Pero hay un gran problema. En los últimos años, estas especies han sido objeto del tráfico clandestino hacia otros países y se están perdiendo algunos ejemplares.
“Aunque los mexicanos muchas veces no sabemos apreciar su gran belleza, varios extranjeros -principalmente europeos- las han extraído del país. Al grado que algunos jardines botánicos de otras partes del mundo se encuentran con mayor número de especies que los de nuestro país”.
El comercio ilegal y la destrucción del hábitat natural de las cactáceas son los factores que más afectan, en gran medida, que varias de ellas se encuentren en peligro de extinción. Incluso, hay visitas guiadas que se organizan desde el extranjero para sustraerlas de sus localidades naturales”, alerta la investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, María del Carmen Ojeda Zacarías.
¿Por qué es importante preservarlas? Porque son parte de la riqueza de la biodiversidad del país, asegura la científica de la UANL. Es vital para los ecosistemas áridos y semiáridos, ya que dan protección a una gran cantidad de especies. Sus flores y frutos alimentan a una gran diversidad de insectos, aves y murciélagos.
“Estas plantas se han utilizado para consumo en la dieta del humano, en la restauración de suelos desertificados o para evitar la erosión del mismo. Actualmente, están teniendo mucho auge en la industria farmacéutica debido a que algunas de ellas poseen metabolitos secundarios como los alcaloides, saponinas, cumarinas, entre otros, que pueden ser utilizados como diuréticos, laxantes, cicatrizantes, sustancias contra úlceras; otra área es la cosmética, como colorantes ”, explica Ojeda Zacarías.
De acuerdo con la literatura, actualmente la familia de las cactáceas se dividen en tres grupos: los nopales y el xoconostle; los alargados, los chaparros y los redondos como las biznagas; y los que tienen hojas o árbol del matrimonio.
Estas especies radican principalmente en las zonas áridas y semiáridas de los estados de Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Sonora, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Puebla y Oaxaca.
Los cactos tienen gran importancia económica debido a su valor alimenticio y ornamental. Sin duda, la especie más conocida en México es el género opuntia, con alrededor de 82 tipos.
Resguardan material genético de cactáceas
La Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Agronomía, trabaja desde 1998 con la técnica de cultivo de tejidos vegetales; su finalidad, resguardar el material genético en condiciones controladas y artificiales de laboratorio.
¿En qué consiste este procedimiento? En cultivar plantas dentro de un frasco de vidrio en un ambiente artificial, cuidando principalmente dos características: la ausencia de gérmenes y el control de los factores que afectan el crecimiento.
Entre las principales ventajas de utilizar esta técnica es que constituye una parte esencial para el intercambio de recursos genéticos en todo el mundo; ofrece la posibilidad de almacenar un gran número de especies en un área reducida, además de garantizar la sanidad de las muestras. Utiliza un mínimo de material vegetal para multiplicar cualquier especie a gran escala por medio de células”, detalla la también especialista en biotecnología vegetal de la UANL.
La Máxima Casa de Estudios ha trabajado con especies de cactáceas amenazadas o en peligro de extinción como algunas biznagas, entre ellas, el cactus estrella, la biznaga verde y el género opuntia, que se clasifica en tres tipos: forrajeros, tuneros y de verdura.
Pero la labor no queda ahí, sino que también contribuye con otras especies como son los frutales (cítricos, nogal, vid), algunos cultivos (papa, ajo, frijol), en forestales (coníferas, ébano, mezquite, huizache) y ornamentales (helechos, violetas africanas, orquídeas).
Responsable: Prensa UANL