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Una sociedad que ha crecido con el Estadio Universitario

“Desde su origen el Estadio Universitario nunca estuvo paralelo a la Ciudad, siempre ha estado integrada a ella, han caminado juntos hacia adelante”, aseguró la historiadora Dinorah Zapata.

Desde su gestión, el Estadio Universitario ha reflejado voluntad, esfuerzo y dedicación. Entre pocas expectativas y problemas presupuestales, el coloso se comenzó a construir el 28 de junio de 1960.

Aunque tomó tiempo ver cristalizado el esfuerzo de quienes creyeron en esta obra, siete años después del primer picazo—el 30 de mayo de 1967—, los grandes del balompié y aficionados del deporte fueron testigos del comienzo de una historia que hoy cumple medio siglo de vida.

La historiadora Dinorah Zapata Vázquez aseguró que el Estadio Universitario es reflejo del humanismo que la Universidad Autónoma de Nuevo León ha promovido en el coloso, a través del equipo de casa: los Tigres.

Explicó que, en la historia del inmueble, se aprecia una sociedad que se ha transformado con el Estadio Universitario.

“Tenemos una actitud de respeto, respondemos con valores y actitudes que reflejan el espíritu de que sea un Estadio Universitario. Hemos conservado eso y la sociedad lo ha asumido, por eso tiene la tranquilidad de venir con familias, con hijos y no pasa nada.

“Vemos como evolucionamos de ser una plaza beisbolera, un espacio de consumo de alcohol, a cómo llegó a crear la imagen de un equipo que saca lo mejor de ti”, aseguró Zapata Vázquez, Directora del Centro de Información de Historia Regional UANL.

De acuerdo a datos históricos recopilados por Dinorah Zapata junto al historiador Juan Ramón Garza Guajardo, desde su construcción, el Estadio Universitario fue víctima de fuertes críticas, por no cumplir con las características que se habían proyectado en un inicio.

Fue el 24 de octubre de 1959 cuando el entonces rector Joaquín A. Mora presentó al exgobernador Raúl Rangel Frías el proyecto de construcción del “Estadio Olímpico Universitario”.

A falta de presupuesto, el coloso tuvo notables cambios: como lo fue la eliminación de las cuatro filas superiores en 1962, lo que redujo la capacidad del inmueble.

A pesar de los obstáculos durante su construcción, en la inauguración del inmueble la sociedad respondió positivamente al espacio que además del soccer, ha sido el recinto de partidos de futbol americano, eventos culturales y espectáculos musicales de talla internacional.

“El Estado Universitario ha crecido con la ciudad, se ha desarrollado con ella, se han tomado de la mano y han caminado juntos hacia adelante, desde el origen nunca fuimos algo paralelo a la ciudad, siempre estuvimos integrados a ella”, puntualizó Dinorah Zapata.

Responsable: Prensa UANL