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Universitarios regalan balones a indígenas oaxaqueños

Los niños triquis recibieron más de 400 balones de basquetbol colectados por la comunidad universitaria y realizaron prácticas de exhibición con equipos mixtos de Vaqueros, en la explanada de la Preparatoria 2 de la UANL.

Los niños triquis dejaron huella en la Universidad Autónoma de Nuevo León, al dar testimonio de su calidad en el basquetbol y transmitir a los estudiantes de la Preparatoria No. 2 su entrega, dedicación, humildad, pasión por el deporte ráfaga y la vida.
Formando un pasillo de campeón, los jóvenes de nivel medio superior recibieron a los cerca de 50 pequeños de la comunidad indígena de Oaxaca, que arribaron a la explanada de la dependencia de la UANL para  ser reconocidos por sus grandes logros en el deporte y entregarles más de 400 balones de baloncesto.
Los pequeños Melquiades y Bernabé, apodados “Kevin” y “Sonrics”, respectivamente, recibieron de manos del Director de la Preparatoria No. 2, José Ángel González Ovalle, el donativo de los balones para el equipo triqui. Posteriormente, los pequeños basquetbolistas dieron una exhibición ante el equipo representativo de la Preparatoria No. 2, los Vaqueros, plasmando su calidad en la duela.
El delegado y entrenador del equipo triqui, Ernesto Merino Ramírez, indicó que a partir de este proyecto –que integra a cerca de 23 comunidades de la región indígena de Oaxaca- los padres de familia de los niños ven el programa como una esperanza de vida, ya que por medio de un balón pueden llegar a realizar diversas actividades.
“Con todo esto hemos cambiado la visión de la región Triqui; los padres de familia están emocionados, sus hijos regresan a las comunidades y les cuentan que han viajado en aviones, han conocidos otras ciudades y lugares, y los padres ya ven que sí hay un cambio en este proyecto.
“Hoy en día manejamos a cerca de tres mil niños indígenas en Oaxaca, no nada más en la región Triqui, sino que también otras regiones del estado y contamos con ocho entrenadores que seguimos luchando y queremos que estos niños tengan un futuro y una vida diferente”, explicó Merino Ramírez.
La formación de niños triquis entre 7 a 14 años a través del baloncesto tuvo su inició en el 2009, y cerca de 40 equipos han surgido como parte del apoyo por medio de este proyecto a la comunidad indígena.
Los pequeños basquetbolistas quieren que sus logros deportivos y su forma de vida sean un ejemplo para los jóvenes de México y el mundo.
“Estos niños, lo que nosotros queremos mostrarle al mundo es de que estudiando e integrándose a un deporte que les guste puedan realmente alcanzar sus sueños. Queremos que la sociedad estudiantil vea que estudiando, practicando un deporte y enfocándose a su vida normal, salgan adelante porque es un futuro mejor para ellos”, expresó el entrenador de los niños indígenas.
Para Abimael García Pérez, jugador del equipo triqui, fue un gusto estar en Monterrey porque las familias que los albergaron durante algunos días lo hicieron como si ellos formaran parte de ellos.
“Nos trataron como si fuéramos un miembro de esa familia, nos abrieron sus puertas, nos querían como si fuéramos sus hijos y siento que hay un lazo familiar entre nosotros a pesar de que sólo estuvimos en contacto tres o cuatro días y sentimos que Monterrey es un buen lugar para las familias oaxaqueñas”, dijo García Pérez.

 

 

Responsable: Prensa UANL